Tras el discurso, ¿se cumplirá la promesa de deportación masiva de migrantes?

A pesar de las promesas de deportación masiva, el gobierno de Donald Trump enfrenta obstáculos para cumplir su objetivo debido a la falta de personal y recursos, el miedo generado en la comunidad migrante y la resistencia de las "ciudades santuario".

A su regreso a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump afirmó que impulsará una severa campaña de deportación masiva de migrantes ilegales, sin embargo, para los especialistas, hay un trasfondo detrás de lo dicho más allá de las acciones. Por ejemplo, Eduardo González, profesor de Relaciones Internacionales del Tecnológico de Monterrey, explicó que existen varios factores a analizar como parte de la propuesta de Trump para reforzar la deportación de migrantes ilegales, tal como lo prometió en campaña y como reafirmó en su toma de protesta el pasado 20 de enero. Dijo, el Gobierno de EU tiene principalmente una capacidad administrativa, no solo para detener a las personas migrantes, sino también para procesar su deportación, pues no hay, por ahora, personal ni recursos suficientes para hacerlo.

La Capacidad Administrativa de Estados Unidos

“Todo indica que, en este momento, Estados Unidos no tiene el personal suficiente para llevar a cabo las redadas, como se llevaron a cabo en su momento, en épocas de Barack Obama, por ejemplo, donde los oficiales entraban a las fábricas empacadoras de carne, a los campos de cultivo, a las escuelas, por lo cual en este momento no están pudiendo llevarlo a cabo”, comentó el especialista. Dijo, también, existe el factor en el cual el miedo que ha generado el discurso de Donald Trump ha motivado a que las personas migrantes que viven en EU sin un estatus legal les ha llevado a evitar salir, por ahora, disminuyendo así las posibilidades del Servicio de Control y Aduanas (CBP) de realizar detenciones.

El Efecto del Miedo en la Comunidad Migrante

Según Miguel Sigala, especialista del Centro de Estudios de América del Norte de la Universidad de Guadalajara (UdeG), otro factor a considerar es que Estados Unidos reconoce que existe un déficit de trabajadores en industrias y sectores clave que históricamente han sido para los latinos. Por lo tanto, reforzar las deportaciones agravaría la crisis, ya que son espacios que no suelen ser ocupados por la población norteamericana.

La Estrategia de Presión

Consideró que más allá de las cifras, que no han despegado como lo prometió Trump, se encuentra el hecho de que la amenaza de una migración masiva es más una estrategia de presión y de negociación agresiva para conseguir sus objetivos y fines personales y de Gobierno. “Si me preguntan si considero que la batalla está ganada o si ya no nos tenemos que preocupar, la respuesta es no, pues tenemos que prepararnos para cuatro años de un constante golpeteo donde los temas de la política bilateral, como la migración, el narcotráfico, el crimen organizado, la cooperación, comercio, serán eventualmente usados como una herramienta agresiva de negociación”, señaló el académico.

Esto porque ya comenzó a utilizar como un triunfo el que México hubiera enviado tropas con miles de militares a la frontera de Estados Unidos, que al final reivindican su poder en un sentido político al interior de Estados Unidos. “De esta forma, Trump obtiene mayor legitimidad, porque aparentemente cumple sus promesas, porque hay un momento exacerbado de nacionalismo y supremacismo blanco en Estados Unidos, porque toca fibras sensibles como imponer la ley y el orden a través de la remoción de inmigrantes que llegaron ilegítimamente a los Estados Unidos. Es una estrategia muy completa que le está funcionando y que le va a seguir funcionando, aunque no se reflejen los números, siempre y cuando él sepa vender bien sus acciones ante el público norteamericano”, afirmó Miguel Sigala.

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