
Teoría triangular del amor: Los tres componentes clave para mantener una relación sólida
El amor se sostiene sobre intimidad, pasión y compromiso, y su equilibrio determina la calidad de la relación. Mantenerlo requiere esfuerzo constante.

Formar una relación amorosa es el anhelo de muchos, pero su permanencia puede representar un verdadero desafío. En este sentido, es esencial comprender cómo funcionan las relaciones para trabajar en su mantenimiento. Una teoría psicológica propone los elementos fundamentales que un vínculo debe contener, favoreciendo así la toma de conciencia sobre los aspectos que requieren ser reformados.
La complejidad del amor y su estudio
El amor, al ser uno de los sentimientos más complejos e intensos, ha sido objeto de estudio por parte de diversos especialistas durante décadas. Sin embargo, la teoría triangular del amor, presentada por el psicólogo estadounidense Robert Sternberg, se destaca en el ámbito de la psicología. Esta teoría sostiene que las relaciones amorosas se fundamentan en tres pilares: la intimidad, la pasión y el compromiso.
Los componentes fundamentales de la relación
Sternberg define la intimidad como la conexión emocional, la confianza mutua y el profundo vínculo entre dos personas, siendo fundamental para la solidez de la relación. La pasión representa el deseo físico y la atracción emocional, siendo la fuerza que impulsa la energía y la excitación, especialmente en las etapas iniciales. Por último, el compromiso implica la decisión consciente de mantener la relación a largo plazo, enfrentando los desafíos y superando los altibajos.
Las distintas formas de amor
Sternberg identifica siete formas de amor, basadas en las combinaciones de intimidad, pasión y compromiso. Estas son:
1. Cariño:
Surge cuando solo existe intimidad, como en una amistad profunda.
2. Encaprichamiento:
Predomina la pasión sin intimidad ni compromiso, característico de romances breves.
3. Amor vacío:
Basado únicamente en el compromiso, común en relaciones de conveniencia o de larga duración sin conexión emocional.
4. Amor romántico:
Combina intimidad y pasión, pero carece de compromiso, típico de relaciones iniciales.
5. Amor sociable:
Une intimidad y compromiso, pero sin pasión, frecuente en parejas estables con años de convivencia.
6. Amor fatuo:
Se construye sobre pasión y compromiso, pero sin intimidad, generando una conexión superficial.
7. Amor consumado:
Es el ideal, donde convergen los tres elementos en equilibrio, considerado el modelo de una relación madura y satisfactoria.
El desafío de mantener el amor consumado
Si bien el amor consumado es el objetivo de muchas parejas, Sternberg advierte que mantener este equilibrio es más desafiante que alcanzarlo. La pasión puede desvanecerse, la intimidad debilitarse y el compromiso tambalearse con el tiempo si no se trabaja activamente en la relación.
La clave, según Sternberg, radica en identificar qué componente necesita ser fortalecido y tomar medidas al respecto. Las parejas que logran mantener un amor consumado son aquellas que priorizan el cuidado mutuo, la comunicación abierta y el esfuerzo compartido para alimentar la relación.
Compartir noticia