Pedro Sola sorprende al expresar su deseo de ser enterrado en Palacio Nacional

Durante la transmisión del programa Ventaneando el pasado 23 de abril, el conductor Pedro Sola volvió a acaparar la atención, pero en esta ocasión su comentario sorprendió a todos. En medio de una charla sobre el evento funerario del papa Francisco, Sola lanzó una afirmación que dejó a sus compañeros perplejos y generó carcajadas en el estudio: su deseo de ser sepultado en el Palacio Nacional.

Un comentario inesperado

La conversación se dio en el marco de la reflexión sobre la organización de funerales, momento en el cual Pedro Sola, con una seriedad desconcertante, expresó su deseo final. “Yo quiero que me sepulten en Palacio Nacional, debajo de ya saben en dónde”, sentenció. Esta declaración, lejos de pasar desapercibida, provocó una mezcla de risas y asombro entre sus colegas. A raíz del comentario de Sola, sus compañeros intentaron restarle seriedad al asunto, proponiendo alternativas más “alcanzables” como el sepulcro en las instalaciones de TV Azteca, donde el conductor ha trabajado durante la mayor parte de su carrera. Ante estas sugerencias, Pedro mostró su característico sentido del humor, agregando: “Aquí en el crucero, que ahí me pongan en una esquina”. La intervención de Rosario Murrieta, quien comentó sobre la costumbre de Sola de platicar con el personal del canal en esa esquina, avivó aún más la risa en el set.

Un deseo con trasfondo personal

Detrás de esta inusual solicitud se esconde una experiencia personal que Pedro Sola decidió compartir, aunque sin explayarse demasiado en el programa. Con claridad, Sola afirmó que su deseo de reposar en el Palacio Nacional no tiene motivaciones políticas ni caprichosas, sino que se relaciona con su historia laboral. “Porque ahí trabajé hace muchos años”, aclaró, dejando entrever la conexión emocional que tiene con el lugar. Es conocido que antes de adentrarse en el mundo de la televisión, Pedro Sola tuvo una trayectoria en el ámbito público. En una entrevista previa con Pati Chapoy, el conductor narró cómo un encuentro fortuito en una boda lo llevó a sumarse a la Secretaría de Hacienda, gracias a la recomendación de un subdirector que valoró su formación en economía. Su labor en esta área se extendió desde 1968 hasta 1976, para luego continuar en la Secretaría de Comercio hasta 1992. Durante este tiempo, Sola enfrentó diversas experiencias laborables, incluyendo un notable episodio en el que tuvo que abandonar su puesto debido a una situación de hostigamiento por parte de una superior. Con el pasar del tiempo, y después de incursionar en el Fideicomiso Empresas de Solidaridad, una amiga productora lo invitó a participar en el piloto de Ventaneando. Este evento marcaría el inicio de una nueva etapa en su carrera que lo convertiría en una figura reconocida en la televisión mexicana.