
Parque Nacional Cumbres del Ajusco: Naturaleza, historia y aventura en la CDMX
El Ajusco, área boscosa de la CDMX, es un espacio ideal para actividades al aire libre, con cumbres, flora y fauna endémica.

El Ajusco: Un tesoro natural que colinda con la ciudad de México, se erige como un refugio boscoso que ofrece a los visitantes una conexión única con la naturaleza. Ubicado al sur de la Ciudad de México, en la alcaldía de Tlalpan y parte de la Magdalena Contreras, este parque nacional abarca una extensión de 920 hectáreas dentro de la Sierra Ajusco - Chichinauhtzin, y se ha convertido en un destino preferido para aquellos que buscan escapar del bullicio urbano y sumergirse en la serenidad de sus paisajes montañosos.
Un bosque con historia natural y cultural
El Ajusco no solo destaca por su belleza escénica, sino también por su relevancia histórica. Este volcán extinto, considerado más antiguo que el Popocatépetl, ha sido testigo de la evolución de la región a lo largo de los siglos. Su nombre, proveniente del náhuatl, significa "donde florece el agua", una referencia a la riqueza hídrica que caracteriza el área. En tiempos prehispánicos, la región fue habitada por grupos tepanecas, quienes, tras su derrota ante los mexicas, encontraron refugio en estas tierras. El hallazgo de una escultura que representa a Tláloc en las altas cumbres del lugar, así como el basamento de la pirámide de Tequipá, evidencia la importancia ceremonial que tuvo el Ajusco para las antiguas civilizaciones. La fundación de los pueblos coloniales, como Santo Tomás de Ajusco y San Miguel Ajusco, marcó el inicio de una nueva etapa en la historia del lugar, donde la evangelización y la explotación de los recursos naturales jugaron un papel fundamental.
Un paraíso para los amantes de la naturaleza
El Parque Nacional Cumbres del Ajusco se erige como un refugio ecológico que alberga una diversidad biológica sorprendente. Sus bosques, compuestos principalmente por pinos, encinos y oyameles, son hogar de alrededor de 520 especies de plantas y animales, convirtiéndolo en un oasis de biodiversidad en la región. Los visitantes pueden disfrutar de actividades al aire libre que van desde senderismo y montañismo, hasta días de campo en sus áreas designadas. Los senderos que serpentean a través del parque ofrecen la oportunidad de explorar sus paisajes naturales, mientras que las cumbres, como el cerro La Cruz del Marqués y el Pico del Águila, brindan vistas panorámicas del Valle de México que dejan sin aliento.
A lo largo de los años, el Ajusco ha sido objeto de diversas iniciativas de conservación y protección, reconociendo su importancia como un patrimonio natural y cultural. La declaración del Parque Nacional Cumbres del Ajusco el 23 de septiembre de 1936 por el entonces presidente Lázaro Cárdenas, marcó un hito en la preservación de esta área natural. A pesar de las amenazas del crecimiento urbano, el parque se mantiene como uno de los pulmónes verdes de la CDMX, ofreciendo a los ciudadanos y visitantes un espacio para desconectarse del bullicio de la ciudad y conectarse con la naturaleza. Sin embargo, la conservación de este legado requiere del compromiso de todos. Es responsabilidad de cada uno de nosotros cuidar y respetar este entorno natural, siguiendo las normativas establecidas y promoviendo prácticas de turismo sustentable. Solo así podremos asegurar que las futuras generaciones puedan disfrutar de la belleza y la riqueza del Ajusco, así como de todos los beneficios que brinda a nuestra comunidad.
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