Papa Francisco alerta: ¡No dejes que la tecnología te aleje de las personas reales!

El papa Francisco ha lanzado un llamado a la reflexión sobre el uso excesivo de las tecnologías, instando a la sociedad a priorizar las relaciones humanas sobre la interacción digital. En un video publicado en sus redes sociales, el pontífice expresó su preocupación por la tendencia de las personas a pasar más tiempo frente a dispositivos móviles que compartiendo momentos con otros individuos cara a cara.

La importancia de las relaciones humanas

El Papa enfatizó la necesidad de reconocer que detrás de cada pantalla existen personas con emociones y vivencias reales, instando a la población a "mirarse más a los ojos". En sus palabras, el líder religioso destacó que el contacto visual revela nuestra condición de "hermanos, hermanas, hijos del mismo Padre". Francisco, al abordar el tema de las nuevas tecnologías, recordó que éstas son producto de la inteligencia otorgada por Dios, pero advirtió sobre el riesgo de que su desarrollo y uso favorezca solo a unos pocos, dejando a otros en la exclusión.

Uso responsable de la tecnología

El papa Francisco hizo un llamado a utilizar las nuevas tecnologías como herramientas para el bien común, orientando su uso hacia apoyar a los más vulnerables, mejorar la vida de los enfermos y de las personas con capacidades diferentes, fomentando así un sentido de hermandad y unidad, en lugar de división.

El pontífice concluyó su mensaje instando a orar para que el uso de las nuevas tecnologías no reemplace las relaciones humanas, respete la dignidad de las personas y contribuya a afrontar las crisis que enfrenta la sociedad contemporánea. Estas palabras resuenan especialmente en un contexto en el que el uso de dispositivos móviles y redes sociales ha tomado un papel protagónico en la vida diaria, a veces en detrimento de las interacciones cara a cara.

Es importante destacar que el mensaje fue grabado antes de la hospitalización del Papa Francisco en el Policlínico Gemelli, donde permaneció durante 38 días debido a una neumonía bilateral y una infección polimicrobiana. A pesar de su proceso de convalecencia, el pontífice sigue mostrando su compromiso con la labor pastoral, alternando su tratamiento médico con tareas administrativas y espirituales.