Javier Aguirre, agredido con una botella tras la derrota de México ante Honduras

El director de la selección nacional de futbol de México, Javier "Vasco" Aguirre, sufrió una agresión tras la derrota de su equipo 2-0 ante Honduras en la ida de los cuartos de final de la Liga de Naciones de la Concacaf. El incidente ocurrió cuando un fanático lanzó una botella que impactó la cabeza de Aguirre, causándole una herida.

Javier Aguirre es herido tras partido de México vs Honduras

El hecho tuvo lugar después del encuentro disputado en el estadio Francisco Morazán de San Pedro Sula, donde Luis Palma anotó los dos goles para Honduras. Aguirre, quien se acercaba a despedirse del técnico de Honduras, Reinaldo Rueda, fue el blanco de la agresión, quedando con una herida visible en la cabeza debido al impacto de la botella.
El director técnico mexicano expresó su frustración en conferencia de prensa, indicando que, si bien estaba molesto por el resultado, no era su estilo quejarse. A pesar de la adversidad en el partido, Aguirre resaltó que México había tenido la primera oportunidad clara de anotar con un disparo de Julián Quiñones que rozó el poste derecho, antes de que Honduras anotara sus goles.

El partido se tornó desfavorable para México, a pesar de que durante el primer tiempo mostró un desempeño sólido e incluso estuvo cerca de marcar. Sin embargo, Luis Palma se convirtió en el verdugo, anotando el primer gol tras aprovechar un rechazo del portero Guillermo Ochoa, y más tarde, sentenciando el encuentro con un segundo tanto desde fuera del área. Aguirre asumió la responsabilidad, reconociendo que sus jugadores no merecían el resultado adverso.

Próximo encuentro y disculpas internacionales

Con la mirada puesta en el partido de vuelta programado para el 19 de noviembre en el estadio Nemesio Diez de Toluca, Aguirre prometió trabajar en la organización y el orden del equipo para revertir la situación en su condición de local. Sin embargo, la controversia no solo se limitó al desempeño deportivo. El incidente con Aguirre generó una serie de reacciones, incluyendo la anticipación del partido de vuelta como un evento de suma importancia para el equipo mexicano.

El técnico de Honduras, Reinaldo Rueda, se disculpó en nombre de su país y del futbol en general, afirmando que el comportamiento violento no tenía lugar en ningún estadio del mundo. Por su parte, la Confederación Norte, Centroamericana y del Caribe de Fútbol (Concacaf) condenó enérgicamente lo ocurrido, anunciando que abriría una investigación sobre el incidente.