
Ex reos de Guantánamo critican uso como cárcel para migrantes indocumentados
Exreos del campo de Guantánamo critican la expansión del uso de la base para migrantes indocumentados, denunciando un sistema diseñado para borrar personas y violar derechos humanos.

Mansoor Adayfi, un ciudadano yemení que pasó 14 años en la base naval de Guantánamo sin cargos, lidera una crítica contundente a la administración de Donald Trump por ampliar el uso de la instalación para retener migrantes indocumentados. Acompañado por otros 15 exreoes de Guantánamo, Adayfi lanzó una carta abierta denunciando que la base naval se ha convertido en un lugar donde se violan los derechos humanos y se oculta el sufrimiento detrás de alambres de púas.
En la misiva, a la que EFE tuvo acceso en exclusiva, se describe la experiencia personal de los antiguos rehenes: “Guantánamo no es sólo una cárcel: es un lugar donde se deforma la ley, se despoja de la dignidad y se oculta el sufrimiento detrás de alambres de púas. Lo vivimos. Conocemos el ruido metálico de las puertas, el peso de los grilletes y el silencio de un mundo que miraba hacia otro lado”.
Guantánamo: Un “agujero negro” para los derechos humanos
Adayfi, coordinador del Proyecto Guantánamo dentro de CAGE International, califica Guantánamo como un “agujero negro” y argumenta que no se puede llamar prisión o centro de detención porque eso implica ciertos derechos. En su opinión, en lugar de centrarse en el trato que reciben los recién llegados, es necesario detener el envío de personas a esta base naval.
“Guantánamo es una de las mayores violaciones de los derechos humanos del siglo XXI”, recalca Adayfi desde Serbia, donde se encuentra actualmente. Su organización, con sede en Londres, desafía la “opresión estatal inspirada” en la “Guerra contra el Terrorismo” emprendida tras los ataques del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos (11S), donde murieron unas 3 mil personas.
CAGE International defiende el derecho a un debido proceso y ha criticado en el pasado intentos de manchar su reputación por los casos que lleva.
La expansión de Guantánamo bajo la administración Trump
El expresidente Donald Trump tomó la decisión de ampliar el uso de Guantánamo el 29 de enero con una orden ejecutiva para habilitar 30 mil camas en esa base naval en Cuba para migrantes indocumentados. El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) opera allí desde años un centro de retención administrado de manera independiente a la prisión destinada a sospechosos de yihadismo, pero hasta ahora este solo había recibido un número limitado de personas interceptadas en el mar, en su mayoría de Haití y Cuba.
La denuncia de los antiguos rehenes
Los antiguos rehenes argumentan que esta orden no sólo permite la injusticia, sino que la garantiza. Detener a migrantes en Guantánamo les niega protecciones constitucionales, atrapándolos en el mismo limbo legal que soportaron ellos. Esta ambigüedad deliberada permite el abuso, tal como sucedió con ellos. Entre los firmantes de la carta se encuentran el marroquí Ahmed Errachidi, los argelinos Lakhdar Boumediene y Abdel Hakim Belhadj, entre otros.
Los antiguos presos advierten que no permitirán que se repitan los horrores de Guantánamo y exigen el cierre de la prisión y la revocación de la orden ejecutiva. Aseguran que algún día aquellos responsables rendirán cuentas.
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