
Estados Unidos considera restringir el uso de la tecnología de chip RISC-V por China
Estados Unidos evalúa riesgos de tecnología RISC-V, considera prohibirla en China. Disputa geopolítica por tecnología de chips de código abierto.

Estados Unidos está considerando prohibir el uso de la tecnología de chip RISC-V en aplicaciones tecnológicas chinas, debido a los riesgos asociados con este avance, que está siendo ampliamente utilizado en China.
El conjunto de instrucciones de código abierto RISC-V se ha convertido en el foco de una disputa entre Estados Unidos y China. Esta tecnología, utilizada por las principales empresas tecnológicas chinas, ofrece una alternativa gratuita y de código abierto a las tecnologías patentadas, siendo esencial para aplicaciones que van desde chips de teléfonos inteligentes hasta procesadores de inteligencia artificial.
Las tensiones han aumentado a medida que Estados Unidos evalúa la posibilidad de restringir el uso de RISC-V por parte de China. Esta medida podría tener implicaciones significativas tanto para la seguridad nacional como para la economía global. En enero de 2024, legisladores estadounidenses propusieron expandir las restricciones a la exportación y uso de esta tecnología.
Impacto a nivel mundial
La posible restricción de RISC-V por parte de Estados Unidos podría desencadenar una reacción en cadena, afectando no solo a las empresas chinas, sino también a las estadounidenses y a la cadena de suministro global. Este veto también generaría un escenario complejo para la industria de semiconductores, en competencia estratégica por el dominio de la tecnología de chips avanzada.
El Departamento de Comercio de Estados Unidos reconoce la necesidad de proceder con cautela para evitar dañar a las empresas estadounidenses que participan en consorcios internacionales que trabajan con RISC-V. Además, el hecho de que RISC-V sea una tecnología de código abierto complica la implementación de medidas regulatorias, ya que su desarrollo y uso están ampliamente distribuidos a nivel mundial.
Ma Jihua, veterano observador de la industria de las telecomunicaciones, señala que "restringir el acceso a RISC-V podría ralentizar el progreso tecnológico a nivel mundial". Esta posible sanción resalta la complejidad de la regulación tecnológica en un mundo interconectado, planteando el desafío de proteger los intereses nacionales sin obstaculizar la innovación y la cooperación internacional. A medida que la tecnología continúa avanzando, la diplomacia y la política deberán evolucionar para mantener el equilibrio entre seguridad y progreso, sin desencadenar conflictos internacionales.
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