Ecosistema Antártico oculto florece bajo el hielo roto por iceberg gigante

Un iceberg en la Antártida reveló un ecosistema marino próspero con corales, esponjas y otras especies, desafiando la creencia de entornos hostiles bajo el hielo.

El 13 de enero de 2025, un gigantesco iceberg conocido como A-84, con un tamaño casi equivalente al de Chicago, se desprendió de la plataforma de hielo George VI en la Antártida. Este evento, reportado por el Observatorio Terrestre de la NASA y confirmado por el Centro Nacional de Hielo de Estados Unidos, expuso una vasta extensión del lecho marino, sorprendiendo a la comunidad científica por las revelaciones que se encontraron allí.

Ante este hallazgo inesperado, un equipo de investigadores a bordo del buque R/V Falkor del Schmidt Ocean Institute modificó rápidamente su itinerario para explorar la zona recién descubierta. Apenas días después del desprendimiento, el 25 de enero, se convirtieron en los primeros humanos en estudiar el área, dando inicio a una expedición que cambiaría nuestra comprensión del ecosistema antártico.

Un Ecosistema Vivo Bajo el Hielo

Según un comunicado del Schmidt Ocean Institute, la expedición encontró un ecosistema marino sorprendentemente próspero. Utilizando un vehículo operado remotamente, los científicos exploraron el fondo marino durante ocho días, descubriendo comunidades de esponjas y corales, algunas con un crecimiento estimado de cientos de años. La Dra. Patricia Esquete, codirectora científica de la expedición del Centro de Estudios Ambientales y Marinos (CESAM) y del Departamento de Biología (DBio) de la Universidad de Aveiro, Portugal, declaró en el comunicado: “Aprovechamos la oportunidad, modificamos nuestro plan de expedición y nos lanzamos para observar lo que sucedía en las profundidades. No esperábamos encontrar un ecosistema tan hermoso y próspero. A juzgar por el tamaño de los animales, las comunidades que observamos llevan décadas allí, quizás incluso cientos de años."

Entre las especies observadas se encuentran corales enormes, anémonas, arañas marinas gigantes, pulpos y una inusual medusa fantasma gigante. Estos hallazgos resaltan la riqueza biológica presente en un lugar donde se esperaba encontrar un entorno hostil.

Misterios del Ecosistema Oculto

Uno de los mayores misterios de este descubrimiento es cómo ha logrado sostenerse esta comunidad biológica bajo una gruesa capa de hielo durante siglos. Según un comunicado de British Antártida Survey, las plataformas de hielo antárticas han sido históricamente consideradas entornos hostiles, con acceso limitado a nutrientes esenciales para la vida. Sin embargo, los científicos creen que las corrientes oceánicas podrían estar transportando nutrientes a estos ecosistemas aislados.

Además, datos preliminares sugieren que el agua de deshielo de la plataforma George VI podría estar contribuyendo a la alta productividad biológica de la región. Este hallazgo abre nuevas líneas de investigación sobre la dinámica de los nutrientes en estos entornos fríos y desafiantes.

El Impacto del Cambio Climático

El desprendimiento del iceberg A-84 no solo reveló un ecosistema vibrante, sino que también puso en relieve el impacto del cambio climático en la región. El rápido desplazamiento del iceberg, que ha recorrido aproximadamente 250 kilómetros desde su punto de origen durante marzo, ha llamado la atención de los expertos que observan con interés cómo la pérdida de hielo marino estacional puede estar facilitando la movilidad de estos gigantes de hielo.

"Me impresiona la rapidez con la que se ha movido en la corriente costera," señaló Christopher Shuman, glaciólogo jubilado de la Universidad de Maryland en una declaración al Observatorio Terrestre de la NASA. Esta velocidad de desplazamiento aumenta la preocupación sobre la estabilidad de las plataformas de hielo de la región, especialmente con el calentamiento global.

Una Oportunidad Única para la Ciencia

Este tipo de eventos son una rareza y brindan a los científicos una oportunidad única para estudiar entornos muy antiguos antes de que sufran alteraciones por el contacto con el océano abierto. Según Schmidt Ocean Institute, "El equipo científico se encontraba originalmente en esta remota región para estudiar el lecho marino y el ecosistema en la interfaz entre el hielo y el mar. Estar presente cuando este iceberg se desprendió de la plataforma de hielo representó una oportunidad científica excepcional. Los momentos fortuitos forman parte de la emoción de la investigación en el mar: ofrecen la oportunidad de ser los primeros en presenciar la belleza intacta de nuestro mundo."

Ahora, los científicos esperan encontrar más datos sobre la biodiversidad y los procesos ecológicos de los ecosistemas antárticos. Este descubrimiento abre nuevas puertas para comprender mejor la complejidad del planeta Tierra y la importancia de proteger estos ecosistemas frágiles.

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