
Corredor Biológico Chichinautzin: Biodiversidad y Agua Vital para Morelos y CDMX
El Corredor Biológico Chichinautzin es un área natural protegida de vital importancia para la biodiversidad y el suministro de agua en Morelos.

El Corredor Biológico Chichinautzin es una "Área de Protección de Flora y Fauna" situada en el límite de los estados de Morelos, Estado de México y Ciudad de México. Este corredor abarca 12 municipios del noreste de Morelos y se extiende a una superficie de 37,873 hectáreas. Fue designado como área de protección el 30 de noviembre de 1988, y se encuentra bajo la administración de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP) del Gobierno Federal.
Importancia del Corredor Biológico
El Corredor Biológico Chichinautzin es vital para la conservación de la biodiversidad en la región. Según la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO), en este corredor se han identificado 315 especies de hongos, 10 especies de anfibios, 43 especies de reptiles, 1,348 especies de insectos y arañas, 237 especies de aves (de las cuales 36 son exclusivas de la región), 5 especies de peces y 785 especies de plantas, así como 7 tipos de vegetación, incluyendo bosques de pino, oyamel y encino. De estas especies, 96 se encuentran dentro de alguna categoría de "riesgo" de la Norma Oficial Mexicana NOM-059.
Además de su biodiversidad, el Corredor Biológico Chichinautzin también cumple una función importante como "Área de Amortiguamiento", limitando el crecimiento poblacional tanto del Valle de México como del Valle de Cuernavaca. La sierra del Ajusco, la sierra de Tepoztlán y la cadena montañosa de los altos de Morelos conforman esta área, que no solo es significativa desde el punto de vista biológico, sino que también desempeña un papel fundamental en la regulación del clima y el suministro de agua en la región.
Impacto y vulnerabilidad
El Corredor Biológico Chichinautzin enfrenta una serie de desafíos, ya que se encuentra en una zona de conflictos en la que coexisten intereses económicos, políticos y ambientales. Este corredor, que es considerado como un "Área de Contención" tanto biológica como poblacional, se enfrenta a la presión del desarrollo turístico e industrial, lo que plantea un dilema entre la conservación del medio ambiente y la biodiversidad y el impulso al crecimiento económico de la región.
Otro aspecto importante a tener en cuenta es que el 80% del agua potable que se suministra en el Valle de Cuernavaca proviene de los manantiales de esta región. La altitud de sus cerros promueve la condensación de nubes y la humedad, lo que contribuye a grandes escurrimientos de agua, alimentando diversos ríos como el Yautepec, el Apatlaco y el Tembembe. Esta rica fuente de agua subterránea también se debe a la pendiente del terreno. Por lo tanto, el Corredor Biológico Chichinautzin no solo es vital para la biodiversidad, sino que también desempeña un papel fundamental en el suministro de agua potable en la región.
La importancia de conservar y proteger el Corredor Biológico Chichinautzin es indiscutible, no solo desde el punto de vista ambiental, sino también en términos de suministro de agua potable y regulación del clima en la región. La presión del desarrollo turístico e industrial, sumada a la creciente presión poblacional en sus alrededores, plantea desafíos significativos para la preservación de este corredor. Es imperativo encontrar un equilibrio entre el desarrollo humano y la conservación del medio ambiente, para asegurar la sostenibilidad de esta rica y valiosa área natural.
Compartir noticia